Los califas de toreo.

 

El honor máximo al que pueden aspirar los toreros nacidos en Córdoba es ser nominado  Califas del Toreo

La relación entre el toreo y Córdoba viene ya desde antiguo. El coso de la ciudad de Córdoba ha pasado por diferentes localizaciones antes de tener la actual, en el barrio que se conoce popularmente como el del zoco debido a su cercanía con el centro comercial del mismo nombre. La Plaza de la Corredera fue el lugar donde se realizaban las corridas de toros en la ciudad desde el siglo XVII hasta el siglo XIX, cuando se construye la plaza de Toros de Los Tejares.

Esta plaza de toros se mantiene en uso hasta los años 60 del siglo XX cuando se celebra la última corrida. La ubicación de esta plaza de toros es donde se encuentra actualmente el centro comercial del corte ingles. En esta década ya se había terminado la construcción de la actual plaza de toros de Córdoba, el conocido como Coso de los Califas. En la actualidad, esta está considerada como una plaza de toros de primera categoría.

Califa del Toreo es un título honorífico que se les ha concedido históricamente a los grandes matadores de la provincia de Córdoba (España) en alusión a los antiguos gobernantes de la zona durante el Califato de Córdoba, también llamado Califato Omeya de Córdoba o Califato de Occidente, un estado musulmán andalusí proclamado por AbderramánIII en 929 y que perduró oficialmente hasta el año 1031.

Este título fue "creado" por el escritor Mariano de Cavia (bajo el curioso seudónimo de Sobaquillo) quie estaba creando lo que sería el trofeo más apreciado para los toreros cordobeses; el Califato, la gran aportación de Córdoba a la historia de la tauromaquia. Era sinónimo de ser el primero en el escalafón de los toreros cordobeses. nombró al primero de ellos al llamar Califa del Toreo a Rafael Molina "Lagartijo".

Actualmente se reconoce con este titulo a los “Cinco Califas de Cordoba” que  son Lagartijo, Guerrita, Machaquito, Manolete y El Cordobés.

El nombramiento de los tres siguientes califas (Rafael Guerra "Guerrita", Rafael González Madrid "Machaquito" y Manuel Rodríguez "Manolete") surgió de la gente de la ciudad, ya que eran toreros muy admirados por el pueblo.

El 29 de octubre de 2002, en un acto simbólico en el Alcázar de los Reyes Cristianos, el torero Manuel Benítez "El Cordobés" fue nombrado quinto Califa del Toreo por el Ayuntamiento de Córdoba como respuesta a la petición de numerosas asociaciones y colectivos de la provincia (entre ellos el ayuntamiento de Palma del Río).

En algunos tratados sólo se consideraba califas a Lagartijo, Guerrita, y Manolete Manolete, como continuador de las figuras hegemónicas de Lagartijo y Guerrita, fue casi desde sus inicios considerado como califa, y su trágica muerte no hizo sino justificar más su nombramiento.  La designación de Machaquito como califa fue más dudosa, però finalmente se acabó reconociendo su  condición de califa con toda justicia.

El Califato puede definirse de la siguiente manera:

En primer lugar, ser cordobés de nacimiento. Ostentar al menos, en seis temporadas consecutivas, uno de los tres primeros puestos en el escalafón de matadores de toros. Conmocionar al mundo taurino, marcando una pauta en el ejercicio de su profesión. Recibir el reconocimiento y respeto del público y en su trayectoria considerársele número uno en el escalafón de matadores de toros y constituirse en el centro de atención popular. Pasear por las plazas de toros del mundo su origen cordobés, y por último, que su nombramiento de Califa responda a una aclamación de la mayoría de la afición.

Con El Cordobés se da la paradoja que durante su dilatada trayectoria apenas se le denominó califa, y fue muy recientemente, que por aclamación popular ,es  investido como califa generando una gran controversia en aquel momento. El Cordobés ejerció en los años 60, y 70 una hegemonía  indiscutible,  más allá de excentricidades y gustos artísticos, El Cordobés ha sido el torero que más ha mandado en la historia del toreo, capaz de parar un país entero o de codearse con los principales líderes mundiales.

 

En  una publicación taurina, resumen de la temporada de 1989, se anunciaba a Finito de Córdoba como el futuro Califa. Finito de Córdoba torea con pureza, quizá el más perfecto en la ejecución tanto del toreo de capa o de muleta,  pero no es un califa. Cualidades para ser un torero de época es evidente que las tiene, pero sea por falta de ambición, suerte, o cualquier otra cosa, a Finito de Córdoba le ha faltado dar ese paso que diferencia a los grandes toreros de los califas del toreo.

El Primer Califa fue Rafael Molina Sánchez “Lagartijo” (1841-1900). Nació en Córdoba. Fue banderillero a las órdenes de Pepete y formando parte de las cuadrillas de su paisano Antonio Luque “Camará” y de los sevillanos José y Manuel Carmona, los célebres “Gorditos”, siguió de subalternos de Antonio “Gordito” y en su presencia recibió la alternativa en Madrid de manos de Cayetano Sanz en 1865. Lagartijo se confirmó como la primera figura del toreo en España hasta 1893, año de su retirada, organizó cinco corridas con motivo de su despedida en las plazas de Zaragoza, Bilbao, Barcelona, Valencia y Madrid. Intervino en 1.645 corridas, estoqueando 4.872 toros. Toreó en París. Diestro de suprema elegancia, empaque, maestro completo. Como gran competidor tuvo a Frascuelo. Practicó todas las suertes desde el capote a las banderillas, a la muleta de forma impecable. A la hora de matar, con astucia y habilidad, ponía aquellas media estocadas que han pasado a la historia como “medias lagartijeras”.


El Segundo Califa que Córdoba ha ofrecido a la fiesta nacional, fue Rafael Guerra Bejarano “Guerrita” (1862-1941) que tomó el nombre de “Llaverito” cuando inició sus primeros pasos en la “Cuadrilla de niños Cordobeses” organizada por “Caniqui”.

Tomó la alternativa en Madrid de manos de su maestro “Lagartijo” en 1.871. Fue el primer torero que cruzó el Atlántico y toreó en la Habana, en Cuba y en Nimes, Francia.

Hasta su retirada actuó en 892 corridas y estoqueó 2.577 toros, fue el torero más completo después de Paquiro, variado con el capote, magistral en las banderillas y dominador de la muleta, aunque su arrogancia y suficiencia en los ruedos, no fue perdonada ni por la crítica, ni por el público. Sufrió diez cogidas importantes. “Guerrita“ se fue de los toros sin previo aviso en la temporada de 1899. El 15 de Octubre actuó por última vez en la Feria del Pilar de Zaragoza.

Tras su retirada, creó el centro taurino por excelencia en Córdoba, El Club Guerrita y la corrida en homenaje a la mujer cordobesa.

Esta constelación de cordobeses que inunda La Fiesta, fue continuada por el Tercer Califa, Rafael González Madrid “Machaquito” (1880-1955). Torero de desmedido valor, al estilo de Espartero. En sus comienzos compitió con Rafael Molina Martínez “Lagartijo Chico”. Tomó la alternativa en Madrid en 1900 de manos de Emilio Torres “Bombita”. En los primeros años del siglo XX compitió con Vicente Pastor, con Rafael “El Gallo” y con el propio “Bombita”. Toreó en América. Mató 1.856 toros hasta su retirada y actuó en 754 corridas. Se le concedió la Cruz de Beneficencia por su forma valiente de torear en Hinojosa del Duque cuando se vino abajo parte de los tendidos y jugándose la vida estoqueó al toro que se encontraba en el ruedo y que hubiese corneado a muchos de los espectadores. Su última corrida fue en Madrid en 1913 en la que le dio la alternativa a Juan Belmonte. El escultor Mariano Benlliure realizó en bronce un homenaje a este gran maestro en su escultura “Una estocada de Machaquito”, conocida como “La estocada de la tarde”, a la magistral faena al Miura Barbero el 7 de mayo de 1907.

El barrio del matadero de Santa Marina, fue cantera inagotable del llamado siglo de oro cordobés que comenzó con “Lagartijo” . Y aquí nace el Cuarto Califa , Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete” (1917-1947). A los doce años dio sus primeros capotazos y recorrió España como miembro del espectáculo itinerante “Los Califas”. En 1935 recibió la alternativa de manos de Rafael Jiménez “Chicuelo” en Sevilla y ese mismo año, se la confirmó Marcial Lalanda en Madrid. Su peculiar estilo alcanzó la perfección en la suerte de matar. Inventó un pase con su nombre “la manoletina”. Hasta su prematura muerte en Linares, apenas cumplidos los treinta años, lidio 71 corridas en todas las plazas de España y América .Tuvo una gran rivalidad con el mexicano Carlos Arruza y el español Luis Miguel Dominguín. Murió en Linares a consecuencia de la cornada que le infirió el toro Islero en 1947.

Manuel Benítez “El Cordobés” nacido el Palma del Río, ha sido proclamado V Califa. Recibió la alternativa en Córdoba en 1963 en la antigua Plaza de los Tejares, de manos de Antonio Bienvenida y la confirmó en Madrid en 1964. Su toreo lleno de recursos efectistas, le dió una gran popularidad, pese a las críticas de los puristas. Llenó las plazas de España, América y Francia. El cartel de no hay billetes era la seña de identidad de las plazas donde toreaba.

Inauguró la Plaza de Toros de “LosCalifas” de Córdoba en 1965. No tuvo rival en su época y su carácter abierto se ganó la popularidad y consiguió revivir la Fiesta. Fue líder de la estadística en los años 1965-67-70-71. Se retiró inesperadamente en 1973 para reaparecer unos años más tarde en 1979 y en sucesivas ocasiones.

En el Cementerio de La Salud de Córdoba descansan cuatro de los nombrados ‘Califas del Toreo‘ y sirve de homenaje eterno a Lagartijo, Guerrita, Machaquito y Manolete.


Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Califa_del_Toreo

https://www.abc.es/cultura/toros/abci-califas-toreo-cordobes-201601231841_noticia.html

http://tabernaloscalifas.com/los-califas.html

https://www.mundotoro.com/noticia/la-ultima-casa-de-los-califas-del-toreo/1287257

https://www.museotaurinodecordoba.es/califas.html

https://cordobafreetour.es/noticia_ampliada.php?id=361



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