Victoria - Pablo Neruda





Honor a la victoria apetecida,

honor al pueblo que llegó a la hora

a establecer su derecho a la vida!



Pero el ratón acostumbrado al queso,

Nixon, entristecido de perder,

se despidió de Eduardo con un beso.



Cambió de embajador, cambió de espías

y decidió cercarnos con alambre:

no nos vendieron más mercaderías

para que Chile se muriera de hambre.



Cuando la Braden les movió la cola

los momios ayudaron la tarea

gritando «Libertad y cacerolas»,

mientras que los parrones victimarios

pintaban de bondad sus caras feas

y disfrazándose de proletarios

decretaban la huelga de señores

recibiendo de Nixon los dineros:

treinta monedas para los traidores.

Pablo Neruda
Incitación al nixonicidio y alabanzade la revolución chilena
[1972-1973]


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