Instalado en París cómodamente instalado en París con más
años de permanencia en Francia que en España con más costumbres
francesas que españolas incluso en el ya clásico amancebamiento
con la hija de una notoria personalidad del exilio
residente habitual en la Ville Lumière y visitante episódico de
su patria a fin de dar un testimonio parisiense de la vida española susceptible de épater le bourgeois, conocedor experto de
la amplia geografía europea tradicionalmente hostil a nuestros
valores sin que falte en el programa de sus viajes la consabida
imposición de manos del santón barbudo de la ex paradisíaca
isla antillana transformada hoy por obra y gracia de los rojos
semirrojos e idiotas útiles en callado y lúgubre campo de concentración
flotante evadido de las realidades del momento en
un fácil confortable y provechoso inconformismo exhibiéndose
con prudentes remilgos y calculada táctica en todos los cenáculos
del mundo beocio y superferolítico para granjearnos la venia
y el perdón de los Zoilos de allende el Pirineo mientras el
censo de nuestros auténticos valores cinematográficos es objeto
de voluntaria ignorancia cerrojazo y conspiración de silencio
tales son las características del individuo en cuestión y sus contactos
y coordenadas en el exterior promovido a la categoría de
fotógrafo oficial de la France Presse y anunciado fuera de nuestras
fronteras a bombo y platillo con el internacional y resobado
repertorio de alharacas y garambainas con que se saluda
siempre en algunos círculos a lo que de lejos o de cerca huela a
anti-español por haber rodado un breve documental de planificación
defectuosa y chata pésimamente amalgamado y carente de poesía no es cosa que pueda extrañarnos
acostumbrados como estamos a hechos y actitudes cuya
triste reiteración revela el odio impotente de nuestros adversarios
cualquiera que sea el Régimen que exista en nuestra patria
a partir de la Contrarreforma para acá España viene padeciendo
los ataques más injustos irritantes e intolerables que a nación
alguna se le hayan podido dirigir ataques que de manera
sistemática tienen su rebrote periódico desde la taimada trinchera
de la mentira del resentimiento de la información malintencionada
y tendenciosa de todo lo que implique atentar contra
la soberana decisión de un país de gobernarse por sí mismo
sin injerencias foráneas ni arbitrarias imposiciones y si estos
ataques son indignantes cuando nos vienen de manos extranjeras
no merecen más que desprecio si proceden de un compatriota
dispuesto a colocar la turbina en la cloaca con el propó-
sito de convertirse en un personajillo al pairo de posiciones
políticas que conocemos hasta la saciedad en esta hora tan sospechosamente
transida de desasosiegos polémicos fabricar estampitas
de suburbios es sumamente fácil ni siquiera hay que
molestarse en que sean verdaderas unos extras disfrazados de
guardias pueden apalear a un «obrero» desnudar a un chiquillo
embadurnado de carbón y sentarlo en un montón de estiércol
está al alcance de cualquier desaprensivo pero quien eso hace
revela tal catadura moral que mejor es no mencionarlo aunque
no bastaran dos sustantivos y una preposición para la ofensa
cerrada el agravio artero la vituperación el oprobio y el escarnio
que se alumbran con las lívidas luces de la mentira no puede
haber libertad ni manga ancha ni una tolerancia que serían
criminosas que hay miseria y dolor en España nadie lo niega
fotografiar barracas miserables es tarea común no sólo en los
países civilizados de Europa sino en el dorado suelo de los Estados
Unidos encontrar cualquier niño raquítico y con el vientre
hinchado tampoco es problema en ninguna nación por alto
que sea su tenor de vida cuando los gángsters de la cámara fotográfica
se proponen retratarlo y mostrar las lacras de la sociedad
humana a un público extranjero de intelectuales y de nobs pero no es lícito ni honesto mirar con un solo ojo no es
posible negarse a ver el conjunto entender únicamente de la
parte claro que hay hambre sequedad y desamparo en el tuétano
de todo este escenario de Murcia y Andalucía mas hay también
algo que el amanerado personajillo parisiense olvida y este
algo es la esperanza más que en ninguna otra parte es preciso
mirar estas regiones secularmente pobres con los ojos limpios y
el corazón abierto sin abrigar la insensata pretensión de trasponer
su secreto mediante una visión fugaz y trashumante más
propia de un Merimée de pacotilla que un vástago de familia
acomodada y respetable de padre vilmente asesinado por la
horda roja niño bien con todos los gustos y caprichos pagados
cristianamente educado en veterana institución religiosa bajo la
tutela y el amparo de hombres intachables y dignos lo esencial
repetimos es ponerse de rodillas ante este panorama ancho y
reseco mirar el cielo para detener la nube y escarbar la tierra
para hollar la fuente redentora lo que no sea esto será caminar
a ciegas envuelto en la centelleante tolvanera de la sierra de
Yeste vivir un dramático e inconsolable complejo polifémico
testimoniar con las pupas del alma empeñarse en ser enlutado
sabihondo y mendaz rabisalserillo
Juan Goytisolo.
(1966)
Juan Goytisolo.
(1966)
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