Foto: Fernando Sánchez |
Mi pecado es terrible;
quise llenar de estrellas
el corazón del hombre.
Por eso aquí entre rejas,
en diecinueve inviernos
perdí mis primaveras.
Preso desde mi infancia
ya muerte mi condena,
mis ojos van secando
su luz contra las piedras.
Mas no hay sombra de arcángel
vengador en mis venas:
España es sólo el grito
de mi dolor que sueña.
Marcos Ana
Marcos Ana
Imprescindible en el club. Muy buena selección.
ResponderEliminarpequeño homenaje en el día de su aniversario.
EliminarTanto en su obra como en sus alocuciones siempre te queda esa sensación de que le deben la juventud robada.
ResponderEliminarFelicidades por su 93 cumpleaños.
Toda una generación a la que robaron su juventud, en las trincheras, las cunetas, los campos de concentración, la cárcel, los años de servicio militar, el hambre y el miedo, mucho , mucho miedo. y rabia.
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