Que puede, él solo, hacer que hasta el goce bostece - ANÓNIMO FRANCÉS DEL SIGLO XV


Engraving by Charles-Dominique-Joseph Eisen for Jean de la Fontaine's The Devil of

Que puede, él solo, hacer que hasta el goce bostece,
tú, coño que la mano perezosa y lenta
conviertes, cuando quieres, en atrevida y diligente,
coño que ordena al ojo que diga con un guiño
que tiene lo más digno del amor,
y que ordena a la boca que hable del placer
y que revoque todo aburrimiento;
coño, tienes la fuerza y el poder
de agitar y mover un pezón firme;
coño, que no has olido esta dulce batalla,
tú no eres para nada de esos coños furiosos.
Coño, no hay otro coño que te valga,
coño montado encima de unos muslos tan prietos
que eres como un escudo, y avisas del asalto.
Lo que hacemos, decimos, lo que nos ocupa,
queremos, prometemos o afirmámos,
es para ornar tan digno coño;
¡todos te adoran de rodillas!
¡Oh, coño, bello coño, golosina exquisita,
coño que harías reír a un moribundo,
yo dejo a aquellos que desean la mano,
la suya que hacia arriba tiende hoy más que mañana,
y a los que se contentan con mirar;
es un gran bien el no tener deseo;
y en el beso les dejo también abandonados,
y estoy contento de quedarme aquí,
justo a tu vera, coño, a tu servicios,
aquél que es más propicio para mí.

ANÓNIMO FRANCÉS DEL SIGLO XVI

Comentarios