I
Recorrer
un cuerpo en su extensión de vela
Es
dar la vuelta al mundo
Atravesar
sin brújula la rosa de los vientos
Islas
golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
No
es tarea fácil - si placentera -
No
creas hacerlo en un día o noche de sábanas explayadas
Hay
secretos en los poros para llenar muchas lunas
II
El
cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado
Encuentras
un astro y quizá deberás empezar
Corregir
el rumbo cuando nube huracán o aullido
profundo
Te
pongan estremecimientos
Cuenco
de la mano que no sospechaste
III
Repasa
muchas veces una extensión
Encuentra
el lago de los nenúfares
Acaricia
con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete
ahógate distiéndete
No
te niegues el olor la sal el azúcar
Los
vientos profundos cúmulos nimbus de los pulmones
Niebla
en el cerebro
Temblor
de las piernas
Maremoto
adormecido de los besos
IV
Instálate
en el humus sin miedo al desgaste sin prisa
No
quieras alcanzar la cima
Retrasa
la puerta del paraíso
Acuna
tu ángel caído revuélvele la espesa cabellera con la
Espada
de fuego usurpada
Muerde
la manzana
V
Huele
Duele
Intercambia
miradas saliva imprégnate
Da
vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie
hallazgo al final de la pierna
Persíguelo
busca secreto del paso forma del talón
Arco
del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos
VI
Escucha
caracola del oído
Como
gime la humedad
Lóbulo
que se acerca al labio sonido de la respiración
Poros
que se alzan formando diminutas montañas
Sensación
estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave
puente nuca desciende al mar pecho
Marea
del corazón susúrrale
Encuentra
la gruta del agua
VII
Traspasa
la tierra del fuego la buena esperanza
navega
loco en la juntura de los océanos
Cruza
las algas ármate de corales ulula gime
Emerge
con la rama de olivo llora socavando ternuras ocultas
Desnuda
miradas de asombro
Despeña
el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea
las cejas abre ventanas de la nariz
VIII
Aspira
suspira
Muérete
un poco
Dulce
lentamente muérete
Agoniza
contra la pupila extiende el goce
Dobla
el mástil hincha las velas
Navega
dobla hacia Venus
estrella
de la mañana
- el
mar como un vasto cristal azogado -
duérmete
náufrago.
Gioconda Belli,
Bello poema de Belli.
ResponderEliminarSaludos