Berlín: enero 1929 - Marta Pessarrodona

 
© Manel Haro
 
Vita interrumpió
sus versiones de Rilke.
El teléfono era Moabit 37-94,
y Friedrichistrasse la estación de llegada.

En la Funkturm, una tarde,
en escapada breve y solitaria,
Vita le dio a entender
la duración escasa de las pasiones humanas.

La conversación, bastante animada,
el pulso anímico de subido voltaje,
consiguieron silenciar
la letal marea humana.
(Las bombas futuras
no enturbiaron en absoluto la tarde.)

24 Brücken Allee, una dirección,
hoy compañera de los fantasmas
de antiguas embajadas:
la ciudad no había sido bombardeada.

Virginia regresó a Londres
al cabo de una semana, enferma.
Vita empezó a creer que
Leidenschaft era una palabra
de formación muy extraña.

De hecho, ninguna de las dos
presintió
la retórica del desastre.

Marta Pessarrodona
 

Comentarios

  1. Hoy las mareas humanas están silenciadas con las amenazas, y se presiente otro desastre. ( Kika)

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  2. Dicen que la historia no tiene memoria, espero que no sea verdad, aquí estamos para recordarlo. Cada día me parece más fácil imaginar lo que fue el mundo de los años 20 del siglo 20.

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