La pell de brau
[XLVI]
[XLVI] La piel de toro
Algunas veces es necesario y forzoso
que un hombre muera por un pueblo,
pero nunca ha de morir un pueblo entero
por sólo un hombre :
recuerda siempre esto, Sepharad.
Haz que sean seguros los puentes del
diálogo
y busca comprender y estimar
la razón y las hablas diversas de tus
hijos.
Que la lluvia caiga poco a poco en los
sembrados
y el aire pase como una suave mano
extendida y benigna sobre los anchos
campos.
Que Sepharad viva eternamente
en el orden y la paz, en el trabajo,
en la difícil y merecida
libertad.
SALVADOR ESPRIU
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