Joan Gracia Oliver, anarquista y ministro de justicia en un momento complicado de nuestra historia, es coetáneo de Victoria Kent y heredero de la tradición penitenciaria de Concepción Arenal de diferenciar entre “delincuente” y “delito” (“Odia el delito y compadece al delincuente"), que resume su visión de los delincuentes como el producto de una sociedad reprimida y represora .Debemos conseguir la reeducación para evitar nuevos delitos. Esto mismo se recoge en nuestra Constitución: El artículo 25.2 de la Constitución española establece literalmente: “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social”. Es más económico para nuestra sociedad conseguir la reinserción de las personas y que no comentan nuevos delitos.
Por otra parte podemos comprobar estadísticamente que la mayoría de las personas penadas en prisión, carecen de formación elemental y pertenecen a grupos marginales, ante estos datos debemos preguntarnos si el delincuente nace o es creado por la sociedad y en el fondo victima de esta.
Personalmente no pongo en duda la existencia de las penas privativas de libertad, como defensa social, pero debemos poner todos los medios para reinsertar a los penados y recuperarlos socialmente.
Profunada frase de un anarquista convencido, o un comunista libertario como le denominaron algunos.
ResponderEliminarUn saludo
Joan Gracia Oliver, anarquista y ministro de justicia en un momento complicado de nuestra historia, es coetáneo de Victoria Kent y heredero de la tradición penitenciaria de Concepción Arenal de diferenciar entre “delincuente” y “delito” (“Odia el delito y compadece al delincuente"), que resume su visión de los delincuentes como el producto de una sociedad reprimida y represora .Debemos conseguir la reeducación para evitar nuevos delitos. Esto mismo se recoge en nuestra Constitución: El artículo 25.2 de la Constitución española establece literalmente: “Las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social”.
ResponderEliminarEs más económico para nuestra sociedad conseguir la reinserción de las personas y que no comentan nuevos delitos.
Por otra parte podemos comprobar estadísticamente que la mayoría de las personas penadas en prisión, carecen de formación elemental y pertenecen a grupos marginales, ante estos datos debemos preguntarnos si el delincuente nace o es creado por la sociedad y en el fondo victima de esta.
Personalmente no pongo en duda la existencia de las penas privativas de libertad, como defensa social, pero debemos poner todos los medios para reinsertar a los penados y recuperarlos socialmente.